Quiso ser futbolista y abogado. Pero se inclinó por la actuación. Ahora disfruta del éxito de la tira de Cris Morena en televisión y en el teatro. Pero no olvida sus orígenes y su primera obra , junto con las mellizas Noemí y Liliana Serantes, en la que encarnaba a un tierno animalito...
De chiquito, cuando le preguntaban qué quería ser cuando fuera grande, su respuesta tenía dos variantes: “Actor o futbolista”. Inquieto, Victorio D´Alessandro (25) jugaba en las inferiores de Argentinos Juniors y, al mismo tiempo, estudiaba teatro. “El fútbol me fascina, pero a los 18 decidí que mi vida iba a pasar por la actuación. Cuando terminé el colegio, me di cuenta de que los laburos actorales -hacía pequeñas participaciones en tiras y muchas publicidades- eran los que más me llenaban. Como quería vivir de esto, me empecé a interesar más y me copé con el cine. Miraba películas y flasheaba con ser como Tom Hanks o Johnny Depp, dos actores muy versátiles”, confiesa. Hoy, forma parte de Casi ángeles, la exitosa novela de Cris Morena que arrasa en la televisión y el teatro. “Estar en el Gran Rex es genial porque se da la magia y el contacto con el público. Te dan ganas de abrazar a toda la gente y llenarte de esa energía que te transmiten”, afirma el joven, representado por la agencia RV Models.
-Se dice que los actores de Casi ángeles son los chicos del momento. ¿Te sentís así?
-Creo que es un programa de chicos del momento, pero a su vez no quiero quedarme con eso porque me parece que todos los que formamos parte de Casi ángeles tenemos mucho más para dar y para seguir creciendo. Le ponemos garra a lo que hacemos y estamos en una etapa de aprendizaje continuo. Disfrutamos del éxito y estamos felices con que nos vaya tan bien.
-¿Sos consciente de que el éxito no es eterno? ¿Cómo imaginás tu vida post Casi ángeles?
-Soy súper consciente de lo que decís. La idea es seguir mi carrera como actor, aunque también me gusta la música. Quiero llegarle a la gente desde la pantalla y desde el corazón. Lo que sí sé es que, cuando tenga vacaciones, me voy a ir un mes a surfear a Hawaii. También quiero recorrer Europa, pero para eso necesito más tiempo.
-Empezaste haciendo teatro under. ¿Podrías volver a eso después de llenar el Rex?
-Poder podría, porque me crié estudiando teatro y haciendo obras no de renombre. Recuerdo una en especial, que la hice con mi viejo, Polo, quien también es actor. Se llamaba Fantasía espacial, y actuaban las Nu y Eve Serantes. Mi viejo hacía de lobo y yo de ardilla, y hasta hicimos giras por el conurbano. Salíamos a volantear nosotros, regalábamos entradas, fue muy a pulmón. Esas cosas me hacen valorar el lugar que ocupo hoy. Está bueno pensar que cada Rex es el último, para ponerle más energía a esa función. A veces uno se acostumbra al éxito y no está bueno; sirve bajar a la tierra y decir: “Pará, flaco, te están mirando 4 mil personas. ¡Date cuenta y valoralo!”.
-¿Con qué te desenchufás del mundillo teen angel?
-Me cuesta a veces. Cuando me voy del teatro, como algo con mis amigos de toda la vida o con mi familia. Me gusta hacer planes tranqui: reunirme a charlar, mirar una película, escuchar música, ir al teatro... Sirve desconectarse y salir de la vorágine, sino no parás de trabajar y vivís cansado.
-¿Cuál es tu costado espiritual?
-Me gusta seguir distintas corrientes filosóficas. Amo hablar de Sócrates, Platón, Aristóteles, Alejandro Magno... Hace un tiempo estoy descubriendo que me puedo guiar por una filosofía de vida interna, mía. A partir de enseñanzas de distintos pensadores, rescato conceptos y enseñanzas que me sirven como ejemplo. Trato de tener paciencia y valorar al prójimo, intento no ver los defectos sino elogiar las virtudes. No es fácil, ¡es un trabajo enorme! Trato cada día de ser mejor persona para sentirme mejor conmigo mismo y con los demás. Creo en las energías, y trato de esquivar las malas ondas. Me guío por ese tipo de cosas.
-¿Tenés buena relación con las fans?
-Sí, la mejor. Les doy un gracias total a todos porque son seguidores incansables: con el frío que hace esperan horas y horas en la puerta de los estudios Pampa para saludarte, pedirte una foto o un autógrafo. Tengo una linda comunicación con ellos y trato de darles algo de mí siempre que pueda. Les contesto los mails porque está bueno que te apoyen y confíen en lo que hacés. Eso te eleva y te da más confianza y seguridad.
-¿Alguna anécdota?
-La mejor fue el día de mi cumpleaños. Cuando salí de grabar, me estaban esperando cerca de 50 fans con regalos y una torta. Me quedé helado, ¡no me lo esperaba! Parecía que estaba festejando el cumple en el colegio, pero con gente que veía por primera vez en mi vida. Fue todo tan lindo que, en ese momento, sentí que nos conocíamos de siempre. Fue uno de los momentos más gratos que tuve en mi vida.
-¿Es cierto que una chica se tatuó tus iniciales?
-Sí, ¡una locura! En un acto de fanatismo, se tatuó una V definitiva en su cuello. Si bien es lindo generar cosas en la gente, fue muy fuerte.
-Querías ser actor o futbolista. Sin embargo, te metiste a estudiar Abogacía.
-Sí, porque quería complementar la actuación con otra carrera. Me faltan sólo dos materias para recibirme de abogado en la Facultad de la Policía Federal, y quiero terminarla; es un círculo dentro de mi vida que tiene que cerrarse. Me sirvió mucho la facultad para crecer como persona y me dio una dosis de cultura. Sin embargo, siempre quise luchar para poder vivir de la actuación. Por suerte, el sueño se está haciendo realidad.
-¿Te ves con tus ex compañeros de la facultad?
-Sí, con varios. Ellos están contentos con mi faceta de actor. En la facu me decían que ése no era mi lugar, que tenía que estar laburando en una novela. Cuando se me dio lo de Casi ángeles se pusieron contentos porque me conocen y saben que la remé mucho. Nadie me regaló nada, pero si la peleás y llegás, te das cuenta de que nada en la vida es imposible.
-Tu papá es actor, ¿te da consejos?
-Sí, y yo lo escucho. A mi viejo lo tengo muy arriba, sabe mucho y siempre le pido consejos sobre cómo enfrentar una cámara o lo que sea. El tuvo participaciones en novelas como Marco, el candidato, 90-60- 90 modelos, Amigos son los amigos, actuó en el Life College de Cris Morena. Es más, este año participó en Casi ángeles: hizo de mí de grande. Compartimos la misma escena pero no interactuamos porque yo estaba dormido, y lo imaginaba en mis sueños.
-Debe estar chocho con vos.
-Papá está orgulloso, igual que el resto de mi familia. Ve cómo disfruto con algo que él sabe lo que es. Fuimos a dejar material mil veces a todos los canales, nos comimos muchísimos castings, así que poder hoy laburar de esto hace que mi viejo piense que realmente valió la pena.
-Decime, ¿te da nostalgia mirar un partido de fútbol por tevé?
-Soy fanático del fútbol, un hincha fanático de River. Jugué en las inferiores de Argentinos Juniors y también en Excursionistas. Al principio, cuando dejé de jugar me dio un poquito de nostalgia, pero se me pasó rápido porque me metí de lleno con el teatro. Mis amigos de Excursionistas estaban al tanto de que hacía publicidades a la par de los entrenamientos, y se morían de risa. Verme ahora en la tele les parece raro, pero se alegran por mí.
-¿Tenés novia?
-No. Estoy soltero. Conozco chicas, pero hoy por hoy no tengo ningún compromiso. De todos modos, sigo fiel a mi creencia en el amor y estoy abierto siempre a conocer una chica. Me gustaría encontrar una que me vuele la cabeza, pero todavía no se dio. A lo mejor está y no la veo, por estar tan a full con el laburo.
-Imagino que la chicas se te deben regalar.
-Es que, al ser conocido, hay un margen más amplio de chicas que te buscan. Creo que el corazón va a marcar cuando realmente sienta amor por alguien.
Fuente
De chiquito, cuando le preguntaban qué quería ser cuando fuera grande, su respuesta tenía dos variantes: “Actor o futbolista”. Inquieto, Victorio D´Alessandro (25) jugaba en las inferiores de Argentinos Juniors y, al mismo tiempo, estudiaba teatro. “El fútbol me fascina, pero a los 18 decidí que mi vida iba a pasar por la actuación. Cuando terminé el colegio, me di cuenta de que los laburos actorales -hacía pequeñas participaciones en tiras y muchas publicidades- eran los que más me llenaban. Como quería vivir de esto, me empecé a interesar más y me copé con el cine. Miraba películas y flasheaba con ser como Tom Hanks o Johnny Depp, dos actores muy versátiles”, confiesa. Hoy, forma parte de Casi ángeles, la exitosa novela de Cris Morena que arrasa en la televisión y el teatro. “Estar en el Gran Rex es genial porque se da la magia y el contacto con el público. Te dan ganas de abrazar a toda la gente y llenarte de esa energía que te transmiten”, afirma el joven, representado por la agencia RV Models.
-Se dice que los actores de Casi ángeles son los chicos del momento. ¿Te sentís así?
-Creo que es un programa de chicos del momento, pero a su vez no quiero quedarme con eso porque me parece que todos los que formamos parte de Casi ángeles tenemos mucho más para dar y para seguir creciendo. Le ponemos garra a lo que hacemos y estamos en una etapa de aprendizaje continuo. Disfrutamos del éxito y estamos felices con que nos vaya tan bien.
-¿Sos consciente de que el éxito no es eterno? ¿Cómo imaginás tu vida post Casi ángeles?
-Soy súper consciente de lo que decís. La idea es seguir mi carrera como actor, aunque también me gusta la música. Quiero llegarle a la gente desde la pantalla y desde el corazón. Lo que sí sé es que, cuando tenga vacaciones, me voy a ir un mes a surfear a Hawaii. También quiero recorrer Europa, pero para eso necesito más tiempo.
-Empezaste haciendo teatro under. ¿Podrías volver a eso después de llenar el Rex?
-Poder podría, porque me crié estudiando teatro y haciendo obras no de renombre. Recuerdo una en especial, que la hice con mi viejo, Polo, quien también es actor. Se llamaba Fantasía espacial, y actuaban las Nu y Eve Serantes. Mi viejo hacía de lobo y yo de ardilla, y hasta hicimos giras por el conurbano. Salíamos a volantear nosotros, regalábamos entradas, fue muy a pulmón. Esas cosas me hacen valorar el lugar que ocupo hoy. Está bueno pensar que cada Rex es el último, para ponerle más energía a esa función. A veces uno se acostumbra al éxito y no está bueno; sirve bajar a la tierra y decir: “Pará, flaco, te están mirando 4 mil personas. ¡Date cuenta y valoralo!”.
-¿Con qué te desenchufás del mundillo teen angel?
-Me cuesta a veces. Cuando me voy del teatro, como algo con mis amigos de toda la vida o con mi familia. Me gusta hacer planes tranqui: reunirme a charlar, mirar una película, escuchar música, ir al teatro... Sirve desconectarse y salir de la vorágine, sino no parás de trabajar y vivís cansado.
-¿Cuál es tu costado espiritual?
-Me gusta seguir distintas corrientes filosóficas. Amo hablar de Sócrates, Platón, Aristóteles, Alejandro Magno... Hace un tiempo estoy descubriendo que me puedo guiar por una filosofía de vida interna, mía. A partir de enseñanzas de distintos pensadores, rescato conceptos y enseñanzas que me sirven como ejemplo. Trato de tener paciencia y valorar al prójimo, intento no ver los defectos sino elogiar las virtudes. No es fácil, ¡es un trabajo enorme! Trato cada día de ser mejor persona para sentirme mejor conmigo mismo y con los demás. Creo en las energías, y trato de esquivar las malas ondas. Me guío por ese tipo de cosas.
-¿Tenés buena relación con las fans?
-Sí, la mejor. Les doy un gracias total a todos porque son seguidores incansables: con el frío que hace esperan horas y horas en la puerta de los estudios Pampa para saludarte, pedirte una foto o un autógrafo. Tengo una linda comunicación con ellos y trato de darles algo de mí siempre que pueda. Les contesto los mails porque está bueno que te apoyen y confíen en lo que hacés. Eso te eleva y te da más confianza y seguridad.
-¿Alguna anécdota?
-La mejor fue el día de mi cumpleaños. Cuando salí de grabar, me estaban esperando cerca de 50 fans con regalos y una torta. Me quedé helado, ¡no me lo esperaba! Parecía que estaba festejando el cumple en el colegio, pero con gente que veía por primera vez en mi vida. Fue todo tan lindo que, en ese momento, sentí que nos conocíamos de siempre. Fue uno de los momentos más gratos que tuve en mi vida.
-¿Es cierto que una chica se tatuó tus iniciales?
-Sí, ¡una locura! En un acto de fanatismo, se tatuó una V definitiva en su cuello. Si bien es lindo generar cosas en la gente, fue muy fuerte.
-Querías ser actor o futbolista. Sin embargo, te metiste a estudiar Abogacía.
-Sí, porque quería complementar la actuación con otra carrera. Me faltan sólo dos materias para recibirme de abogado en la Facultad de la Policía Federal, y quiero terminarla; es un círculo dentro de mi vida que tiene que cerrarse. Me sirvió mucho la facultad para crecer como persona y me dio una dosis de cultura. Sin embargo, siempre quise luchar para poder vivir de la actuación. Por suerte, el sueño se está haciendo realidad.
-¿Te ves con tus ex compañeros de la facultad?
-Sí, con varios. Ellos están contentos con mi faceta de actor. En la facu me decían que ése no era mi lugar, que tenía que estar laburando en una novela. Cuando se me dio lo de Casi ángeles se pusieron contentos porque me conocen y saben que la remé mucho. Nadie me regaló nada, pero si la peleás y llegás, te das cuenta de que nada en la vida es imposible.
-Tu papá es actor, ¿te da consejos?
-Sí, y yo lo escucho. A mi viejo lo tengo muy arriba, sabe mucho y siempre le pido consejos sobre cómo enfrentar una cámara o lo que sea. El tuvo participaciones en novelas como Marco, el candidato, 90-60- 90 modelos, Amigos son los amigos, actuó en el Life College de Cris Morena. Es más, este año participó en Casi ángeles: hizo de mí de grande. Compartimos la misma escena pero no interactuamos porque yo estaba dormido, y lo imaginaba en mis sueños.
-Debe estar chocho con vos.
-Papá está orgulloso, igual que el resto de mi familia. Ve cómo disfruto con algo que él sabe lo que es. Fuimos a dejar material mil veces a todos los canales, nos comimos muchísimos castings, así que poder hoy laburar de esto hace que mi viejo piense que realmente valió la pena.
-Decime, ¿te da nostalgia mirar un partido de fútbol por tevé?
-Soy fanático del fútbol, un hincha fanático de River. Jugué en las inferiores de Argentinos Juniors y también en Excursionistas. Al principio, cuando dejé de jugar me dio un poquito de nostalgia, pero se me pasó rápido porque me metí de lleno con el teatro. Mis amigos de Excursionistas estaban al tanto de que hacía publicidades a la par de los entrenamientos, y se morían de risa. Verme ahora en la tele les parece raro, pero se alegran por mí.
-¿Tenés novia?
-No. Estoy soltero. Conozco chicas, pero hoy por hoy no tengo ningún compromiso. De todos modos, sigo fiel a mi creencia en el amor y estoy abierto siempre a conocer una chica. Me gustaría encontrar una que me vuele la cabeza, pero todavía no se dio. A lo mejor está y no la veo, por estar tan a full con el laburo.
-Imagino que la chicas se te deben regalar.
-Es que, al ser conocido, hay un margen más amplio de chicas que te buscan. Creo que el corazón va a marcar cuando realmente sienta amor por alguien.
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